Santa Claudia
Marzo 11
Fundadora
Etimológicamente significa “tullido, cojo”. Viene de la lengua latina.
Esta chica napolitana no soñaba que un día sería la fundadora de “Las pobres Hijas de la Visitación de María”, cuando vino al mundo en la bella ciudad de Nápoles.
Esto aconteció en 1889. Quien la conoció – ya que murió en 1964 – cuenta que era una chiquilla tan sensible y tan intuitiva respecto a los pobres, que cualquier cosa que le hicieran para meterse con ellos o algún que otro desaire, lo sentía como si se lo hicieran a ella misma.
El encuentro con personas de valía personal, siempre aportan riquezas e ideas para emularlas. Claudia tuvo la suerte de verse en Nápoles con Catalina. Tanto influyó en ella su gesto de fundadora y su amabilidad que, desde entonces, le entró, por inspiración divina, el deseo de ser mejor.
Como ha ocurrido ya muchas veces a lo largo de la historia de la Iglesia, se unió con varias amigas íntimas y con una vivencia profunda de la vida cristiana.
Entre todas ellas trabajaban y prestaban su asistencia a los pobres del barrio en el que vivían. Para ello pedían limosna, trabajaban incluso de noche en el campo para que ningún pobre se fuera a la cama sin haber comido algo.
Dios, al ver su generosidad y su entrega a la porción evangélica por excelencia, que son los más necesitados, le animó a que fundara la “Casa de los Pobres”.
Al año siguiente, 1926, este grupo de chicas formó la primera comunidad religiosa con siete ancianas a su cargo.
Como obra que venía de Dios y no del capricho de estas jóvenes, Dios le dio muchas vocaciones y campos de apostolado en las parroquias y en casas para los pobres. La Santa Sede aprobó esta congregación nueva en el año 1947. Aunque todavía no es oficialmente santa, sino Sierva de Dios, su fama de santidad se ve en las obras que llevan adelante sus hermanas.