Santa Cirila
Mártir, 28 de octubre
Etimológicamente significa “entrega al Señor” o “señora”. Viene de la lengua griega y persa.
Hay creyentes en este tercer milenio que se avergüenzan de anunciar el Evangelio. Se va a casa de alguien y se habla de todo menos de Dios,. Si acaso sale el tema de la Iglesia es siempre para criticarla. Y habría que decirles: ¿No hace nada nuevo y bueno?
La joven Cirila, al contrario del nombre masculino del que hay varios santos, fue una creyente del siglo III, martirizada por amor a Cristo, por confesar su fe incondicional al que da sentido a la vida.
Hay dos Cirilas en el calendario. Una de ellas celebra su onomástica el 5 de junio.
Era una cristiana de Cirene, Libia. Durante la persecución de Maximino, hacia el año 300, le obligaron a ofrecer el incienso a los dioses paganos.
Al negarse con rotundidad, ella misma cogió el fuego y, en lugar de encender el incienso, serró el puño y se quemó.
Esto fue tan sólo el comienzo de una serie de torturas horribles.
La segunda joven que lleva este nombre es la que se conmemora hoy. Era una santa del siglo III. La martirizaron con su madre por el simple hecho de ser cristianas.
Hay una leyenda que tuvo una amplia difusión . En ella se cuenta que los padres paganos quisieron casarla. Ella respondió – como tantas otras vírgenes – que su esposo era mucho más rico y noble.
Se trataba de aquel Jesucristo que muchos paganos no conocían. Fue gracias a Cirila cómo fueron adhiriéndose a su vida y doctrina.
Le hubiera sido muy fácil quemar incienso a los dioses. Total, ¿qué más da con tal de salvar el pellejo?
Pero ese gesto hubiera supuesto, ante los sacerdotes y autoridades, la apostasía de su fe.