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Santa Apia

Apia, Santa

Mártir, 22 de noviembre

Etimológicamente significa “lo mismo”. Viene de la lengua latina.

El profeta Miqueas dice: “ El pueblo que te has elegido, Señor, mora solitario en un campo feraz; sé su pastor”

En el transcurso de sus dos primeros viajes apostólicos, san Pablo conoció y convirtió a una familia ejemplar, que vivía en Colosas.

El marido y padre se llamaba Filemón. La mujer era una señora óptima. Se llamaba Apia.

El marido llegó a ser uno de los cristianos más celosos y bienhechor de esta ciudad.

Cuando salió Pablo, él mismo predicaba y organizó la primitiva iglesia de la ciudad reuniendo a toda su familia.

Tenían esclavos a su servicio. Uno de ellos era un ladrón y un flojo en el trabajo. Después de un robo huyó de casa.

El esclavo, sin embargo, quedó cautivado por la predicación de Pablo.

Por eso, al encontrarlo en Roma, se hizo bautizar y se convirtió al cristianismo.

Pablo le escribió una carta a Filemón diciéndole que perdonara al esclavo y a que fuera paciente con él.

La carta es una obra maestra de trato, delicadeza y afecto para con los esclavos.

Los dos perdonaron a Onésimo su pecado.

No se sabe mucho más de esta pareja. Tan sólo que la persecución de Nerón los llevó al martirio en el siglo I.