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San Simón

5 de octubre

Etimológicamente significa “Dios le escucha”. Viene de la lengua hebrea.

He aquí un joven que fue educado en la corte de Guillermo el Conquistador, duque de Normandía. Tuvo la suerte de ser el heredero de su padre con lo ducados de Valois, Amiens, Montdidier y muchas otras posesiones en la Champagne que constituyeron una verdadera sombra al rey francés, Felipe I.

Pero no todo consiste en tener muchos bienes y tierras para ser feliz. A causa de tanta riqueza hubo una guerra, de la que salió bien parado el joven Simón. Mientras que las tropas del rey devastaban Valois, las del joven Simón hacían de las suyas en los territorios que pertenecían al soberano. No era fácil entenderse por motivos de preponderancia y de orgullos estúpidos.

Ante estas continuas disensiones, guerras y desgracias para Francia, el mismo Papa Gregorio VII tuvo que intervenir para apaciguar el derramamiento de sangre y la ruina paulatina de los franceses.

Debieron ser muy sabrosos y fecundos los consejos que le dio el Papa, pues Simón dejó aparte la guerra y contrajo matrimonio con la hija de conde de Auvergne.

Era una pareja que se entendía muy bien. De hecho, hablando entre ellos, llegaron a la conclusión de que sería bueno para él que dejase sus dominios a su hermana, la condesa de Vermandois.

¿Qué hicieron entonces los dos?

Algo totalmente inesperado de gente con tanto dinero y que se llevaban tan bien. Te parecerá raro. Tomaron la seria y profunda decisión de irse a un convento de vida religiosa.

El entró en un monasterio en el Jura, se hizo monje. Este monasterio se llama en la actualidad “San Claudio”. Recorrió Tierra Santa y Roma.

Estando en la ciudad eterna, le sobrevino una enfermedad y murió en el 1082. El mismo Papa Gregorio VII, amigo suyo, le administró el sacramento de la Unción de los Enfermos. Tenía 32 años