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San Ramiro

Vicente, Ramiro y Compañeros, Santos
Mártires, 12 de marzo

Etimológicamente significa “vencedor”, de la lengua griega, y “prudente” , de la lengua alemana.

Jesús, en las Bienaventuranzas, proclama que si a él lo han perseguido, también les tocará la misma suerte a quienes le sigan.

Esto le ocurrió a Vicente, Ramiro y sus compañeros cristianos. Sitúate en la Galicia del siglo IV. No eran buenos tiempos para los creyentes en Cristo Jesús.

En primer lugar, la región se encontraba en poder de los invasores suevos. Y en segundo lugar, todos ellos vivían y practicaban la herejía de Arrio.

Vicente, en la ruta del camino de Santiago, León, vivía feliz en su monasterio de san Clodio.

Ejercía para el bien de sus hermanos, el cargo de abad. El, en contra de Arrio, defendía que Jesús era Hijo de Dios.

De manera tentadora aunque engañosa, le hicieron saber a Vicente que iba a tener lugar un conciliábulo para tratar el tema que separaba a los cristianos de los arrianos.

Vicente, con ánimo y aspecto de valiente, no perdió la ocasión de proclamar su fe en Cristo Hijo de Dios. Como no podían convencerlo con palabras y razones, le dieron muerte.

Ramiro, mientras estuvo fuera Vicente, se hizo cargo de dirigir el monasterio. En el fondo sabía que le gustaba seguir los pasos de su maestro y, por otra parte, quería someter su idea al juicio de los demás monjes.

Estaba dispuesto a ir a proclamar por toda Galicia la doctrina cierta y segura del Concilio de Nicea. Si algunos querían seguirle, que lo dijeran. Los que no quisieran correr igual suerte, podían quedarse en los montes cercanos. Y les dijo:"No os acobarde el furor de los herejes". Muchos se fueron al monte. Otros siguieron a Ramiro.

Los cogieron y les dieron muerte,