Mariano, Santo
Biografía, 19 de agosto
Etimológicamente significa “ iluminador, espejo”. Viene de la lengua hebrea.
Cuando en las pruebas de tus pensamientos se imbrican unos en otros, la esencial paz del corazón hace que te vuelvas hacia Jesús, el Resucitado.
No mi paz, sino tu paz, esto es posible decirle a Cristo. Cuando surgen temores en nuestro interior, acudamos a él.
Mariano vivió en Bourges, Frania, y no se sabe mucho de su vida y de sus andanzas.
Se sabe que era de una familia rica y noble. Su juventud prometía para todos los suyos un casamiento original y feliz.
Pero Mariano, en contra de la opinión de los padres y de mucha gente que le halagaba, decidió entregarse enteramente a Dios.
Y con la mayor tranquilidad de lo que se podía esperar de sus años, les dijo a todos unas palabras que les hicieron pensar:"Si quieres ser perfecto, anda, deja cuanto tienes, dalo a los pobres y sígueme".
Siguió al pie de la letra el Evangelio de Jesús de Nazaret.
Vendió cuanto le correspondía por herencia y, sin la menor vacilación, se los entregó a los pobres.
Se fue a un bosque solitario a hacer penitencia y oración.
Su fama de santidad llegó a conocerla mucha gente que acudía a su cueva para que los curara o para que los animara en sus dudas y malos ratos.
Un día fue exagerada la gente que se acercó a verle. Cuál no fue su sorpresa al encontrarlo muerto debajo de un manzano.
Su devoción es grande en Francia, y Pío VII ordenó su fiesta para el día de hoy.