San Marcelo Callo
19 de marzo
Etimológicamente significa “nacido en marzo o consagrado a Marte”. Viene de la lengua latina.
Como estás viendo a lo largo de este santoral, desfilan todo tipo de personas y de las profesiones más diversas.
Hoy le toca a san Marcelo, el joven trabajador que dio un gran impulso a las Juventudes Obreras Católicas en Francia y en el mundo entero.
Nació en la ciudad francesa de Rennes, en la región de Bretaña. En su juventud, con toda la inquietud que llevaba en su interior, formó parte de las juventudes católicas obreras como un miembro cualificado por su preparación intelectual, por su entrega a los quehaceres de los trabajadores y, cómo no, por su formación religiosa.
Se ha dicho que la gente obrera vive apartada de Dios. Es un tópico más de tantos como corren por lo medios de comunicación social, los libros y las conversaciones.
La realidad no es así. Los habrá separados y los hay muy unidos a Dios y a sus designios sobre cada persona.
Le tocaron tiempos malos. Los nazis habían ocupado Francia. Tanto él como muchos otros obreros fueron enviados por la Gestapo a Alemania para un servicio muy especial.
Le llamaban con mucha ampulosidad “Servicio del Trabajo Obligatorio”.
La Gestapo lo persiguió, no tanto porque necesitasen su trabajo, sino porque se dieron cuenta de que era un buen líder como cristiano. Y vieron que hacía un gran papel como misionero entre sus propios compañeros.
Lo arrestaron y sin mediar juicio alguno, lo mandaron a los campos de concentración de Matthausen.
Murió santamente a los 23 años como un mártir. Juan Pablo II lo elevó a los altares en 1987.