Noviembre 2
Etimológicamente significa “mi mensajero”. Viene de la lengua hebrea.
¿Qué es rezar?, le preguntaron una vez unos cristianos inquietos a D. Mollat. Y éste les contestó con aplomo y sabiduría:"Rezar es descubrir la presencia y los latidos del corazón de Dios en la banalidad de lo cotidiano".
Es la pura realidad. Lo comprobarás si te adentras en este movimiento de la vida.
Ha pasado a la historia por ser el que anunció lo Papas que habría en la Iglesia desde 1143 hasta el final de los tiempos.
Hasta Sixto V todo fue muy exacto. Las demás eran vagas e intercambiables.
Sin embargo, a la muerte de Sixto V (1590) no tuvieron para nada en cuenta estas revelaciones los que asistían al cónclave. No eligieron como se esperaba al anunciado cardenal Simoncelli.
En cuanto a Malaquías, después de haber restaurado la abadía de Bangor y la diócesis de Connor, destruidas por la invasión de los Vikingos, llegó a ser el arzobispo de Armagh.
Los años que siguieron, fueron para Malaquías años de penas y de sufrimientos.
Unos señores quisieron apoderarse de los bienes de la Iglesia. Tan sólo aducían la razón de que eran de ellos.
Como se resistía, intentaron matarlo. En 1139 se fue a Roma, y a su vuelta se detuvo a ver a su amigo san Bernardo.
Le suplicó al Papa que le quitase el cargo porque quería quedarse a vivir en Claraval.
El Papa le respondió nombrándole su legado en la Iglesia de Irlanda.
Fue en este puesto en donde dio de sí todo lo que sabía y tenía. Hizo de su país uno de los más religiosos de la cristiandad. En otro viaje a Roma, se puso enfermo, y pudo llegar a Claraval en donde murió. San Bernardo le dijo la misa de las exequias. Era el año 1148.