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San Lucio I

San Lucio I
Papa, 4 de marzo

Etimológicamente significa “luminoso, resplandeciente”. Viene de la lengua latina.
De este Papa de la Iglesia no se sabe mucho. Desde luego su pontificado fue muy breve, un año según rezan las crónicas y la misma historia de la Iglesia.

Pero fue un tiempo intensamente aprovechado por Lucio. El no tenía ni idea de que lo iban a nombrar sucesor de Pedro.

Su antecesor en el pontificado, Cornelio, murió. Su noticia corrió en seguida por toda Roma.
El cónclave para el nuevo Papa se convocó muy pronto. Estamos en los años 253. Era fácil reunir a los obispos más cercanos y a los de lejos que pudieran llegar para tal evento.

Ese mismo año toda la gente cristiana recibió con expectación a Lucio I. Y nada más que ser elegido, lo enviaron desterrado. No tuvo tiempo de hacer muchas cosas en un sólo año, ya que pasó a la eternidad en el 254.

No obstante, queda de su breve año un documento que para aquel tiempo resultaba interesante. Más o menos viene a decir lo siguiente: A todo obispo le deben acompañar dos sacerdotes y tres diáconos con el fin de que fueran los testigos de que sabía comportarse como Dios manda.

Eran , en realidad, cinco personas que vigilaban el comportamiento de los sucesores de los apóstoles en su ministerio pastoral en bien del pueblo.

El emperador Valeriano, en un gesto raro de humanidad, tuvo la feliz idea de concederle la vuelta del injusto destierro al que le había sometido.

Esta gracia le duró poco tiempo. La muerte le visitó el 5 de marzo del año 254. Lo sepultaron en la cripta papal del cementerio de san Calixto. La razón fue porque no murió mártir.