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San Leonardo

Noviembre 6

Etimológicamente significa “diestro en el combate”. Viene de la lengua alemana.

Por más cosas que haga un creyente, si le falta la oración se apagan pronto sus impulsos. Es el quicio sobre el cual se construye una verdadera personalidad cristiana.

Leonardo tenía muy clara esta idea: a los peregrinos hay que darles acogida en albergues.

Este pensamiento vivido en profundidad hizo que la villa de Noblat en Limousin se constituyera en el punto clave para que los peregrinos acudiesen a rezarle a san Leonardo para que librara a los prisioneros de la cárcel.

Según los biógrafos de la Edad Media, Leonardo tuvo un buen padrino en la persona del rey Clodoveo.

El rey quiso que su protegido participase en las batallas. El joven se sentía mal con sólo pensar que podía derramar la sangre de alguien.

Fue entonces cuando decidió entrar en la vida religiosa. El rey le propuso ser obispo.

Leonardo, ante semejante idea, le decía al rey: Lo único que le pido es que me deje visitar todas la cárceles del reino y salvar a cuantos pueda.

Se lo permitió. Una vez que libró a los del Norte d Francia, comenzó a hacer lo mismo en el Sur.

Y, en lugar de que el rey de Aquitania, se sintiera feliz por la obra de amor y de caridad de Leonardo, lo detuvo. Pero tardó poco tiempo en darse cuenta de que se trataba de un hombre de Dios.

Le pidió que curara a la reina, pues tenía problemas graves para dar a luz.

Nada más que ponerse en oración, la reina tuvo a su hijo con la mayor naturalidad. En agradecimiento, los padres construyeron para san Leonardo un monasterio. Lo llamó Noblat en atención a los personajes nobles que se lo habían entregado. Fundo una comunidad fervorosa de monjes, mientras él siguió hasta su muerte librando a prisioneros. Murió en el siglo X.