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San Justo de Canterbury

10 de noviembre

Obispo
Significa” prudente”. Viene de la lengua latina.
No cabe duda de que hoy hay un gran desequilibrio entre la acumulación de riquezas de algunos y la pobreza de multitudes. Es una de las cuestiones más graves de nuestro tiempo en el tercer milenio. ¿Se hará todo lo posible para que la economía mundial aporte soluciones?.
Desde que Jesucristo envió a sus apóstoles a misionar el mundo, la exigencia de un equilibrio se hacía necesario en todo el mundo. Los pobres los tendréis siempre con vosotros.
Toda la historia está llena de batallas motivadas la inmensa mayoría por el poder de unos cuantos y la pobreza de la mayoría.
Inglaterra conoció la penetración del cristianismo cuando los romanos dominaban la isla.
Cuando se retiraron los ejércitos imperiales, entraron los Anglosajones. Comenzó una segunda evangelización, llevada a cabo y conducida por el monje benedictino Gregorio.
En el 601, fueron enviados otros misioneros, entre los que cabe destacar a san Justo. Este era el más célebre todos.
Dados sus méritos, lo consagraron obispo.
Contribuyó enormemente a la conversión del condado Kent, al sur de Inglaterra. La sede episcopal, sin embargo, seguía estando en Canterbury, porque Londres no la quería.
Al morir san Agustín, le sucedió en esta sede san Justo. Al ser la sede principal, el Papa le concedió autoridad sobre las demás diócesis inglesas.
La historia de este santo se puede dar por concluida en la segunda evangelización de la isla. Esto sucedió allá por el año 627.
A esta evangelización siguieron otras y seguirán porque es misión de la Iglesia la evangelización del mundo y la creación de un estado de amor en el que no haya desigualdades.