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San Juan de Caloktene

29 de abril.

Significa “ Dios es misericordia”. Viene de la lengua hebrea.

El acto de perdonar encuentra en sí mismo resistencia. Nadie está hecho para perdonar, para vivir en clara realidad del Evangelio.

Contrariado, humillado, ¿quién irá hasta el límite de sus fuerzas, para perdonar?.

Estamos en pleno siglo XII. Es un timbre de gloria que a uno le llamen con un nombre que encarna una realidad viva en su persona.

A Juan le llamaba todo el mundo el nuevo “Misericordioso”. Debía de sentirse feliz en tener esa facilidad adquirida con esfuerzo, para perdonar y no sentirse nunca contrariado ante las dificultades.

Vivía su feliz su existencia monacal en el monasterio de Tebas, Grecia.

Pero, dadas sus buenas cualidades y sus dotes de gobierno religioso, lo nombraron metropolita de esta ciudad.

Lo primero que tuvo que hacer, fue hacer frente a la reconstrucción de la diócesis, que había quedado saqueada y destruida por los Normandos.

Cuando la gente ve que el pastor era el primero en vivir la caridad y en darse completamente a los otros, no tenían dudas en ayudarle en todos sus trabajos.

No solamente se ocupó de la reconstrucción de edificios, sino que organizó trabajos de riego, fundó casas de retiro para lo ancianos y hospitales para los pobres.

La educación estaba en lo hondo de su corazón sacerdotal. Por eso fundó escuelas para las chicas para que se hicieran buenas cristianas, honradas ciudadanas y excelentes madres de familia, capaces de educar a sus futuros hijos en valores, entre los que se encuentra el valor de la fe.