Papa, Abril 10
Etimológicamente significa “ muy brillante”. Viene de la lengua alemana.
Este creyente en Cristo nació hacia el año 960 y murió en Chartres el diez de abril del 1029.
Todo el mundo que lo conoció, comentaba que era una "reencarnación de Platón y de Sócrates".
Además de la exégesis y de la teología, conocía la física, la astronomía, la medicina, la música y la filosofía de Aristóteles proveniente de los árabes de España, la escuela de Toledo.
Fue en Reims en donde estudió bajo la alta dirección del célebre Gerberto.
Cuando el maestro llegó a ser Papa, con el nombre de Silvestre II (999-1003), Fulberto se fue a Roma con él.
Le prestó sus servicios con mucha dedicación y sin aceptar jamás una prelatura ni dinero alguno.
A la muerte de Silvestre, volvió a Francia para regir la diócesis de Chartres como obispo (1007).
Fue un maestro toda su vida. Gracias a su enseñanza, las escuelas de esta preciosa ciudad francesa se convirtieron en el primer centro cultural de Francia.
Nos quedan, menos mal, sus libros sobre sermones, prosas litúrgicas y 125 cartas. Entre sus himnos hay uno que se canta todavía en la octava de Pascua.
En cuanto a sus cartas, su contenido es un trato de igual a igual con todo lo que era importante en Europa. Tenía un carácter modesto y al mismo tiempo firme y valiente.
Su influencia fue grande en lo religioso, cultural y político. Fue el consejero de Roberto el Piadoso, hijo y sucesor de Hugo Capeto. Su amistad arrancaba desde su misma juventud. Se le recuerda por haber construido la belleza de la catedral de Chartres con la ayuda del rey Canuto de Dinamarca.