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San Froilan

Obispo de León, 5 de octubre

 

Etimológicamente significa “señor de la tierra”. Viene de la lengua alemana.

Numerosos jóvenes, vencidos por la duda, no llegan a dar su confianza a Dios, al haber sido abandonados por aquellos a quienes el Señor les había confiado desde su nacimiento.

Galicia fue la cuna de san Froilán y, en concreto, Lugo. Nació en uno de sus barrios pobres.

Desde pequeño le gustaba a este chico la soledad. Buscaba ratos libres y los parajes que le dieran la tranquilidad que apetecía su alma.

La oración y el estudio de la Biblia constituían el armazón de su vida espiritual.

Al llegar a los 18 años, se marchó a las montañas de León. Y estando en ellas, sintió el deseo de consagrarse a Dios mediante la predicación de la Buena Noticia del Evangelio.

La gente se admiraba de su sabiduría y sobre todo de su santidad.

Cuentan que le pusieron ascuas encendidas en sus labios como una prueba.

La soportó estupendamente. Junto a Atilano fundó un monasterio en las asperezas dela montaña.

De aquí pasó a Oviedo. Se dio el caso de que estaban entonces allá los reyes de León y Alfonso III.

Los reyes vieron su santidad y, sin pensarlo mucho, le nombraron obispo de León en el año 900.

Hizo mucho bien a toda la gente, pero sobre todo a los pobres y abandonados.. Fundó hospitales y monasterios. Predijo muchas cosas.

León, agradecida, le tiene como patrono.