San Fausto
28 de septiembre
Abad
Significa “propicio, favorable”. Viene de la lengua latina.
Frente a los temas que presenta hoy la sociedad, en la que todo es relativo y permisivo, el creyente opone una certeza y garantía inquebrantables. Sabe que va a contracorriente pero, en el fondo, esto le anima a seguir los pasos de Jesús.
Fausto era un joven bretón fuerte y fornido. Se sitúa su vida allá por el año 410.
Sintió la vocación religioso y entró de monje en el monasterio de Lérins, Francia. Pronto se convirtió en el abad porque el que había lo eligieron obispo.
Con sus dotes de santidad, diplomacia e inteligencia tuvo que hacer frente al obispo Teodoro que quería anexionar el monasterio a su diócesis. Y desde siempre, más o menos, los religiosos y religiosas han sido exentos.
Un amigo suyo escribió de él así:""Era austero y celoso. con las cosas de Dios, los hermanos y la gente pobre"".
Participó en un concilio romano (462), ejerció una gran influencia en la Iglesia francesa dulcificando las relaciones existentes entre los cristianos y los visigodos, cuyo rey fue desterrado por haber luchado contra los arrianos.
Una vez que volvió de Roma (484-85) murió a los pocos años.
Su culto y veneración empezaron en seguida. Todo el mundo lo quería porque era santo, dominaba muy bien la Biblia, tenía un carácter fuerte y dulce al mismo tiempo.
Era un teólogo avanzado para su tiempo en comparación con los oponentes arrianos y semipelagianos.
Toda la espiritualidad que rezuman sus libros está llena de ciencia monástica."