San Esteban Teodoro Cuenot
14 de noviembre
Mártir
Significa “coronado”. Viene de la lengua griega.
Jesús dice: “El que quiera ser grande entre vosotros, que se haga vuestro servidor”.
Fue mártir en el siglo XIX por intentar ayudar y servir a los demás.
En el mismo año en que Napoleón llegaba al poder en Francia, nacía el gran literato Víctor Hugo.
También, en este mismo año, en Bélgica, nacía el hijo de un agricultor que se convirtió en obispo de Indochina.
En su figura veía V. Hugo al hombre y obispo ideal.
Y en el obispo Esteban Teodoro Cuento – si lo hubiera tratado personalmente- habría podido adivinar la imaginación no literaria de un verdadero hijo del pueblo, ni una clase social, sino un obispo, que ya desde pequeño, dejó la escuela sin saber si podría continuar sus estudios.
La madre tuvo que hacer grandes esfuerzos y sacrificios para que estudiara teología.
Hasta vender su vestido para ayudarle a su hijo a llevar a cabo sus estudios.
Por eso, el primer gesto que hizo el neosacerdote, sin dudarlo, fue regalarle a su madre un vestido nuevo.
Fue relojero y catequista hasta que en la Rue du Bac, tomó contacto con los padres misioneros de san Vicente Paul.
En el año 1835 fue a Indochina en donde fue consagrado obispo para llevar a cabo muchas y diferentes misiones.
Logró con su apostolado intenso, buena conducta intachable, sus obras te caridad y su amor a los pobres el amor de cuantos le conocieron.
Murió a consecuencias de la persecución de Tu- Duc.