San Erico de Suecia
18 de Mayo
Rey de Suecia
Significa “regidor eterno”. Viene de la lengua alemana.
Entre las nuevas generaciones, muchos se cansan de asistir a ataques a través de los cuales, quienes están en el mundo político desfiguran las intenciones de sus contrarios llegando a denigrar a personas e incluso, algunas veces, hasta la brutalidad. Todos estos comportamientos tienen como consecuencia, entre otras, provocar en muchos jóvenes el escepticismo y la pérdida de la ilusión por opciones creativas.
Este nombre es todavía muy común entre los chicos nórdicos. Fue rey de Suecia en el 1141. Más que provocar el escepticismo de la juventud, se los ganó a todos. Los súbditos lo admiraban tanto que llegaron a llamarle popularmente “el padre y el servidor de todos”.
Toda una garantía para que su pueblo marchara por los senderos de la justicia y de la paz.
Una de sus grandes preocupaciones, aún siendo rey, consistió en la conversión al cristianismo de los finlandeses.
Y como suele acontecer con personas de este talante, algunos no lo veían con buenos ojos.
Precisamente por su celo pastoral, le levantaron una conjuración para darle muerte.
Y ésta la llevó a cabo nada menos que un príncipe danés de las intenciones y de peores entrañas.
Fue el 18 de mayo de 1162.
Le sucedió en el reino, su hijo Canuto cuya biografía puedes encontrar en el Santoral.
Canuto, animado por el ejemplo y el modelo de su padre, se dedicó a restablecer el culto y a darle mayor esplendor a su reino.
También fue mártir. Es muy venerado, juntamente con su padre, entre los pueblos nórdicos.
En toda la literatura escandinava Erico está idealizado, mitificado y cantado como un verdadero héroe nacional.