San Epafrodita
22 de Marzo
Obispo
Significa “amado de Epafro”. Viene de la lengua latina.
Tu corazón se clarifica. El descubre incluso bajo los silencios del Evangelio, que el mayor misterio que hay es el de la continua presencia de Jesús resucitado, ofrecido a toda criatura humana.
Estás hoy ante un obispo del siglo I. La ciudad de Terracina tiene dos patronos de primer orden y muy antiguos los dos.
Esta ciudad no solamente era apetecida por los romanos de dinero, sino también porque es un centro que se gloría de la santidad de sus hijos.
La iglesia que está en el mismo centro, está dedicada a san Cesáreo, un diácono llegado de Africa cuando todavía era pagana esta bella villa italiana.
Epafrodita tiene un nombre raro para nuestra cultura occidental. Sin embargo, es un nombre que figura con amor y cariño en las cartas de san Pablo.
El apóstol infatigable del Evangelio de Cristo lo define como su colaborador asiduo, inteligente, piadoso y entregado a la labor apostólica; también lo llama hermano y compañero de armas.
De armas espirituales, claro está. Parece ser que Epafrodita nació en Filipos (Grecia).
Fue en esta ciudad en donde encontró la luz del Evangelio mediante la palabra que predicaba san Pablo.
Cuando san Pablo, el apóstol de las gentes, se lo llevaron encarcelado a Roma, Epafrodita tuvo la valentía de aceptar quedarse como obispo de Filipos en aquellos tiempos difíciles.
Más tarde, fue a Roma con san Pedro, quien lo consagró obispo de Terracina. Cesáreo fue el primer mártir y Epafrodita, el primer obispo.