San Enrique Kaczorowski
6 de mayo.
Significa “protector de un estado”. Viene de la lengua alemana.
Algunos piensan que para comprometerse en este sí, hay que ser excepcional. Pero a cada uno se le ofrece la posibilidad de crear en Dios un compromiso de toda la existencia, y ello a partir de la propia condición humana.
Enrique, al igual que cualquiera que viva su fe en profundidad, tuvo que hacer frente a muchos problemas.
Se dio cuenta de que el compromiso de su fe, le exigía llevar las dificultades con la mayor dignidad posible.
Era el superior del seminario de Wloclawek, en Polonia, tierra de abundantes vocaciones religiosas desde siempre.
Cuando trabajaba a gusto en la formación de los futuros sacerdotes, llega la Gestapo y lo arresta.
Al preguntarle la razón de por qué lo hacían, le respondieron que por causa de sus actividades pastorales con la gente.
No era fiel a la doctrina que impartía Hitler.
La Gestapo se lo llevó para mayor seguridad al campo de concentración de Dachau.
Se sentían felices con tenerlo bajo atenta vigilancia. Una estupidez más de las muchas que se cometieron en tiempos del dictador.
Ya en el campo de concentración alemán, le asignaron el “bloque de los inválidos”, es decir, de aquellos que, a causa de tantos malos tratos, quedaban con discapacidad en cualquier parte de su cuerpo.
Estando en esta situación, el 6 de mayo de 1942 lo encerraron en la cámara de gas en donde murió al instante.