San Bienvenido de Recanati
Confesor, 17 de mayo.
Significa “ bien hallado”. Viene de la lengua latina.
Jóvenes de todos los continentes, habitados por la pasión de la paz, buscan cómo crear una confianza sobre la tierra, para que mañana, los niños y los jóvenes de hoy no tengan que vivir en el sombrío país donde reina la muerte.
Fue confesor en el siglo XIII. Toda la vida de este joven está íntimamente unida a la de Santiago Leopardi, nacido mucho después en el 1798.
Recanati, aunque anterior a él, se le parece mucho por su poesía. Con ella se alegra a los demás, siempre y cuando transmita mensajes humanos y religiosos que exalten los valores del ser humano.
En la biblioteca del padre se pueden ver todavía los libros que estudió.
Lo importante cuando uno lee sus notas biográficas, es caer en la cuenta de que su santidad corre pareja con todo el bello paisaje que le rodeaba.
SE puede hablar de san Flaviano, patrono y mártir de la ciudad, y a quien está dedicada la catedral; o de san Vito, muy honrado y venerado en Renacati.
Y en épocas más cercanas, se puede hablar de los santos Bartolomé y Jerónimo.
Bienvenido nació en esta ciudad en 1200. Dada su inclinación a la vida monástica, entró en los franciscanos. Trabajó en todo cuanto le ordenasen: cocinero, ocupaciones manuales, portero. Nada le apartaba de su unión con Dios. Murió en 1289.