Basilio D´ Ostrog, Santo
Monje, 29 de abril
Etimológicamente significa “rey”. Viene de la lengua griega.
Lo que sucedió hace pocos años con la guerra de los Balcanes no es nada nuevo.
Basilio nació en el seno de una familia muy pobre en un pueblo de Herzegovina. Aún siendo pobre, los padres supieron inculcarle un gran amor para los más necesitados que él.
Si a todo esto se añade una vida cristiana aprendida en el hogar y transmitida en la práctica a los demás, tenemos como resultado la formación de la fuerte personalidad de Basilio.
Así es fácil que surgiera la vocación en el alma de este joven. Efectivamente, se hizo monje. Su misión fundamental, a nivel práctico e intelectual, consistió en la defensa de la fe ortodoxa contra las presiones que ejercían los turcos y contra la propaganda latina que llevaban a cabo los jesuitas.
Pero sobre todo le tocó la lotería cuando tuvo que hacer frente al odio suscitado por los cristianos que se habían convertido en musulmanes. Esto fue mucho peor que el enfrentamiento contra los cristianos que se inclinaron por estar unidos a Roma.
Cansado de tanta lucha, hizo lo que le pareció más interesante para el resto de su vida: irse lejos, a Rusia; después al Monte Atos para aplacar a aquellos que lo buscaban para matarle.
Una vez que murió el metropolitano de Herzegovina, le recayó a él la responsabilidad sustituirle.
La opresión turca se reanudó con mayor fuerza y enconamiento contra los Serbios que veían sus iglesias , monasterios e incluso sus casas devastadas por el odio y el rencor.
Volvió a retirarse por espacio de 15 años a Ostrog con el fin de seguir fortaleciendo a su pueblo para que se mantuviera fiel a la ortodoxia.
El Señor le concedió la paz con una buena muerte en el año 1671.