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San Andrés Segni

1 de febrero

Cardenal

Etimológicamente significa “fuerte, viril”. Viene de la lengua hebrea.

Este chico mostró desde pequeño una clara inclinación a la vocación franciscana. Nació en Agnani en 1230 y murió en Roma en 1302.

Cuando entró en le convento, se sentía feliz con los hermanos. Sin embargo pidió irse de la ciudad a los montes Apeninos, a una cueva en donde nadie le molestara.

Su familia no estaba de acuerdo con esta decisión personal. Fue a buscarlo su tío Alejandro IV. No quería que estuviese allí, porque sus intenciones eran nombrarle cardenal de la Iglesia.

El joven opuso toda la resistencia que pudo y no se marchó. Tuvieron que pasar 25 años para que Bonifacio VIII le impusiera el ribete de cardenal.

A Andrés se le considera como uno de los santos más inteligentes. Era un teólogo de gran prestigio en todos sitios. Y hay que tener en cuenta que en su tiempo vivían nada menos que santo Tomás de Aquino, san Buenaventura y Duns Scot.

Al cabo de tantos siglos, se le reconoce toda su valía personal. Era tan inteligente que muchos no le prestaban atención a sus teorías sobre verdades sobrenaturales.

Uno de los casos más debatidos contra él fueron sus afirmaciones sobre las almas del purgatorio y los demonios.

El creía firmemente en estas dos verdades. Tenía la profunda convicción de que el diablo, en algunos momentos, lo había perseguido sin cesar; confesaba que algunos difuntos habían vuelto de ultratumba a revelarle a él su suerte.

En sus últimos años, como dice su biógrafo, "llevó una vida más evangélica que humana".

Entraba muy pronto en éxtasis místicos, es decir, en un estado del alma en el que se pierde la conciencia del espacio y del tiempo.

¡Felicidades a los que lleven este nombre!