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San Alberico

Guerrero, 29 de agosto

Etimológicamente significa “oso noble o de oro”. Viene de la lengua alemana.

¡Feliz el que permanece abierto a la compasión! A causa de Cristo y del Evangelio, ¿te atreverás a un alarde de audacia? Dejando a un lado ese desasosiego que no viene de Dios y te repliega, ¿volverás, con la confianza del corazón, a los que te rechazaron una vez para decirles:"Vengo a reconciliarme"?

En la vida de un creyente auténtico – siempre abierto a las insinuaciones de Dios – hay momentos en los que la exigencia de una llamada para toda la vida, se hace como lo más normal. Hoy cuesta mucho el tema vocacional porque escasean los valores religiosos en la sociedad y en la familia.

Alberico fue un ermitaño del siglo XI. Hay unos baños en la ciudad de Bagno Romagna que son célebres desde la antigüedad.
Uno de estos lugares del balneario se llama el de san Alberico.

¿Quién fue este santo?

Un guerrero italiano, dicen, que se puso el nombre de Alberico en honor a este santo.
El culto y la sentida devoción hacia él se conoce y se vive sobre todo en los Apeninos.

La habitación o celda en la que dormía, hacía sus plegarias y sus penitencias, se ha transformado en una capilla pobre y sencilla, muy en consonancia con la vida del santo.

Cerca de este lugar hay muchas ermitas que pertenecieron a los Camaldulenses. Por eso hay quien afirma que este santo fue camaldulense.
Lo cierto es que se santificó como ermitaño.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!