Confesor, 21 de julio
Etimológicamente significa “augusto”. Viene de la lengua latina.
Incluso cuando nuestros pasos tropiezan en un sendero pedregoso, ¿quién no desearía realizar en su vida las palabras del Evangelio:" Lo que hacéis al más pequeño, al más necesitado, es a mí mismo, Cristo, a quien se lo hacéis?".
Agustín fue un confesor del siglo XV. La línea Biella-Soncino- Venecia representa, imaginativamente, los datos biográficos de Agustín Fangi.
Nabía nacido en Biella. Llamado por Dios para ser monje, al poco tiempo de hacer su profesión, estudiar la carrera sacerdotal y algún tiempo de experiencia, fue nombrado superior del convento de Soncino. Murió en Venecia en el año 1491.
Era la entrada de la Edad Moderna. Tuvo lugar el descubrimiento de América por Cristóbal Colón.
Entró en la vida religiosa en el convento de los padres dominicos cuando era todavía joven y tenía ya cierta madurez doctrinal.
Permaneció 30 años en Soncino, centro cultural de mucha importancia en aquella época, célebre sobre todo por su tipografía.
Los diez últimos años de su vida los pasó en Venecia. Es en esta preciosa ciudad del Adriático en donde se encuentran sus reliquias. Y concretamente, en la iglesia de santo Tomás.
Entre las muchas y buena cualidades de que hizo gala, en nombre del Señor, cabe destacar su magnífica predicación y su tono de humildad en todo momento.
Cuando cayó enfermo, pasó toda su enfermedad sin una queja, e hizo de sus sufrimientos la mejor ofrenda para el Señor.
¡Felicidades a quien lleve este nombre!