Josafata Michaelina
Fundadora, 25 de marzo.
Significa: ”Dios hace justicia”. Viene de la lengua hebrea.
¿Tendrá tú miedo de tu miedo? Cada uno, por lo que es, puede impactar a su derredor y lejos.
Deja brotar en ti fuentes creadoras de transfiguración del mundo y de la Iglesia.
Esta joven de Ucrania empezó a trabajar muy pequeña para ayudar a los padres. Tenían nueve hijos. No pudo ir a la escuela. No aprendería a leer ni a escribir, pero su aprendizaje de la virtud empezó muy pronto.
De hecho, aún siendo una adolescente, sentía en su interior la llamada a la vida religiosa.
A los 19 años tomó parte en un retiro para jóvenes. Se encontró con un sacerdote que llegó a ser su director espiritual.
Con su ayuda ideó la creación de las Fraternidades del sagrado Corazón de Cristo para animar las celebraciones litúrgicas, los cantos y las obras de caridad a los necesitados.
Había una sola comunidad de monjas de clausura de rito bizantino.
El sacerdote le insinuó que fundara una congregación femenina de rito bizantino-ucraniano de vida activa y que ella fuera la primera de las hermanas consagradas.
En 1892 tomó el hábito en la iglesia de los Basilios de Lwiev. Micaelina se cambió de nombre y se puso Josafata, en honor del gran mártir ucraniano Josafat.
La finalidad de la congregación era el apostolado activo con los más necesitados.
Ella sufrió mucho por causa de malentendidos, calumnias y por su tuberculosis ósea, que la llevó a la muerte el 25 de marzo de 1919.
Durante la I Guerra Mundial había ya 92 casas y 600 hermanas. Todas la casas fueron confiscadas por los comunistas y las hermanas, arrestadas y llevadas a Siberia. No obstante hoy hay en muchas naciones hermanas que siguen haciendo el bien. Juan Pablo II la llevó a los altares en el 2001.
Es la primera de la gloriosa tierra de Ucrania.