25 de Diciembre NAVIDAD.
El nacimiento de Jesucristo.
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La fecha más importante. Cuando el 6 de junio de 1944 iba a empezar la invasión de los ejércitos aliados a Europa, con 3,000 barcos, 11,000 aviones y tres millones de soldados, un militar dijo al comandante supremo de ese gran ejército, el general Eisenhower: "Hoy es el día más grande de la historia". Pero el general le respondió: "El día más grande de la historia fue y será siempre el día en que nació Nuestro Señor Jesucristo". Y tenía mucha razón el gran militar al decir esto.
Una historia anunciada con siglos de anticipación. Jesucristo es el único ser humano que al nacer ya tenía escrita su historia, y con siglos de anticipación. El profeta Isaías había anunciado que nacería de una Virgen. El profeta Miqueas anunció que nacería en Belén. Y así, muchísimos datos de su vida fueron anunciados con precisión por los profetas. El ángel Gabriel anunció a María que el niño se llamaría Jesús y que su reino jamás tendría fin.
El famoso libro Martirologio Romano, en el cual se narran las historias de los santos de cada día, presenta de la siguiente solemne manera la fecha de hoy: "2,000 años después de Abraham; 1,500 años después de Moisés; 1,000 años después de David. Cuando se cumplieron las 70 semanas de años anunciadas por el profeta Daniel (490 años), en el año 752 de la fundación de Roma y en el año 42 del reinado de César Augusto, cuando toda la tierra estaba en paz, en la sexta edad del mundo, Jesucristo, Dios eterno, e Hijo del Eterno Padre, con el deseo de salvar al mundo, concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, y cuando hubieron pasado nueve meses de su concepción, nació en Belén de Judá, de la Virgen María y se hizo hombre, para nuestra salvación.
El evangelio de San Lucas narra muy detalladamente cómo fue el nacimiento de Jesús en Belén. Cuenta lo siguiente: Por aquel tiempo salió un decreto del emperador César Augusto mandando hacer un censo y cada uno debía ir a inscribirse en el pueblo donde había nacido. Así que José y María tuvieron que viajar desde Nazaret hasta Belén a inscribirse allá (tres días de camino). Pero al llegar a Belén no encontraron puesto para hospedarse en ninguna casa (no porque las gentes no quisieran darles hospedaje, pues allá la gente es muy atenta, sino porque habían llegado tantas personas de otras partes que ya no había ninguna habitación libre). Solamente había hospedaje en el mesón común, o sea un corral grande donde llegaban las gentes con sus animales y pasaban allí la noche. Pero José vio que ese no era sitio para ellos. Entonces alguien le avisó que por allí cerca había una cueva donde los animales se refugiaban cuando hacía frío, y en esa cueva, en la canoa de echar el pasto a los animales (pesebre se llama) allí nació el Hijo de Dios y Salvador del mundo, el 25 de diciembre del año cero. Día mil veces feliz y bendito para siempre.
San Pablo dice: "Jesús siendo inmensamente rico en el cielo, se hizo totalmente pobre en la tierra para salvarnos". Sea para siempre bendecido por esta su gran generosidad.
Por allí cerca, en los campos de Belén estaban unos pastores cuidando por turno sus ovejas (porque hay que defenderlas de las fieras y de los ladrones) y de pronto oyeron unos cantos en el cielo y vieron aparecer un gran número de ángeles que cantaban: "Gloria a Dios en el cielo, y paz en la tierra a los hombres que aman al Señor". Los pastores se asustaron pero los ángeles les dijeron: "No tengan miedo. Les anunciamos una gran noticia: hoy en Belén ha nacido el salvador del mundo. Lo encontrarán en un pesebre, envuelto entre pañales". Los pastores fueron corriendo y encontraron al Niño Jesús junto a María y José y lo adoraron y le ofrecieron sus pequeños regalos.
El Pontífice San León hablando de la fiesta de hoy decía: "Reconoce oh cristiano cuán grande es el valor de tu alma, si el mismo Dios quiso hacerse hombre y nacer como un niñito pobre, con tal de salvarte".
Con razón San Agustín afirmaba: "Siendo Dios tan rico y tan sabio y poderoso no encontró otro regalo mejor para darnos, que enviarnos a su propio Hijo a que se hiciera hombre para salvar nuestra alma".
Al recordar esta bella fiesta quiero repetir lo que han dicho los santos: "Jesús se hizo niño por mí. ¿Qué haré yo por Él?".
Cristo, siendo rico en el cielo se hizo pobre por nosotros en la tierra (S. Biblia).