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Problemáticas

¡Atención a los conflictos!

Cuando hablan los esposos de sus dificultades matrimoniales es muy común oír una expresión como ésta: “lo que provocó la crisis fue una verdadera tontería”. A medida que exponen sus dificultades con más detalle, uno puede apreciar cómo, en la mayoría de los casos, son efectivamente "tonterías", cosas "típicas".

Sin embargo están preocupados porque sienten que esa tontería les está haciendo daño o, en casos más graves, destruyendo la relación. Tal vez no logran saber por qué. Veamos unos casos.

Cariño y conflictos de pareja

Algunos conflictos de pareja tienen un origen que podría ser considerado como “bueno”. El esposo, por amor a la esposa, se enfada si ella sigue fumando, si no cuida esa tos crónica, si va a ir a un barrio donde hay pocos policías y muchos ladrones. La esposa, igualmente, está inquieta por lo poco que duerme el esposo y lo mucho que trabaja, por esa mañana que fue a trabajar con un poco de fiebre, por el club que ha escogido con amigos no muy recomendables.

No me regañes

No me regañes

 
Algunas esposas se quejan de que su marido comete muchas faltas: llega tarde a casa, no se preocupa de los niños, no va a misa, toma... Y puede que tengan razón. Pobres maridos, los regañan todo el día, y además puede que haya razón. Pobres maridos aquellos que deben aguantar esos arañazos continuos de los regaños: "¿Por qué llegaste tarde?", " no te pongas a jugar así", "¿por qué no vas a misa?", "¿por qué tomas?"