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Señor, oye mi voz

Señor oye mi voz

Tú Señor oye mi voz
mi Dios inmortal, mi Dios sin final
oye mi voz, oh Señor.

Pongo en ti mi amor, mi fe.
Tú eres la llama, Tú eres el fuego
Tú eres la luz de salvación.

Tu presencia espiritual,
eterno ser perfecto,
original, admirable creador del universo
sin principio ni fin
que eternamente vives
renaciendo en cada ser.
Tú eres mi Dios en todo estás Tú
mi alma te ve, oh Señor.
Tu verbo es la armonía del mundo
y del cielo todo eres Tú
Tú eres la vida, Tú eres la muerte
Tu lo vacío y lo pleno
Tú oscuridad, también la luz
Tú eres silencio, eres clamor.

Tú estás allá adentro y afuera
estás arriba, y abajo estás
Tú en el centro y rodeando el contorno
con tus brazos sin fin.
Y el infinito está lleno de Ti
que abrazas y contienes, todo Tú.
Tú el todo y la unidad, oh Señor
bendito tu silencio.