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María, mírame

María,  mírame;
María,  mírame,
si tú me miras,
Él también me mirará.
Madre mía, mírame
de la mano llévame
muy cerca de Él,
que ahí me quiero quedar.

María, cúbreme con tu manto
que tengo miedo, no sé rezar;
que por tus ojos misericordiosos
tendré la fuerza, tendré la paz.

María,  mírame...

Madre, consuélame de mis penas,
es que no quiero ofenderte más;
que por tus ojos misericordiosos
quiero ir al cielo y verlos ya.

María,  mírame...

En tus brazos quiero descansar.