Por el sendero al río va una mujer,
en el camino el cansancio cubre su rostro.
Cargando ropa de lino,
sus ojos miran al cielo,
el viento responde a su voz:
Bendita sierva de Dios,
bendita sierva de Dios.
La mujer del carpintero es mujer como todas,
se levanta muy temprano
y es madre de sol a sol.
¿Qué tiene María de Nazareth,
que su corazón se alegra,
canta, ríe, buscando libertad?
Su rostro es un sol radiante,
sus ojos luceros son,
sus manos, envejecidas,
muestran su trabajo de amor,
el lavado en el río,
el cuidado de un niño,
su fatiga y su dolor,
su fatiga y su dolor.