El ángel del cielo
anunció a María
que Dios la escogía.
Toda la tierra callaba
porque un lirio florecía.
Es mi Dios, mi salvador,
me salta el alma de gozo
pues el santo y poderoso
ha hecho en mi maravillas
por ser pequeña y sencilla.
¿Cómo lo tendré
si no estoy casada?,
sólo desposada
con el Señor San José
mas a mi Dios creeré.
El ángel contesta: “no temas
María, para su venida
te cubrirá con su manto
el Espíritu Santo”.
Es mi Dios....
Se inclinó la virgen
con Santo temor,
en adoración;
y respondió: “que así sea
según el Señor desea”.
Y el Verbo divino
encontró morada
en Niña guardada
entre todas las mujeres
una sola inmaculada.