En España hemos desplazado a Dios de las leyes ,de la vida social y hasta ,en muchos casos ,de la vida familiar y personal. Muchos pensaron que Dios era un estorbo, algo innecesario y obsoleto. Se ha ido suplantando al Absoluto y Creador de todo, por los ídolos personales, hechos por manos humanas. Palpamos las consecuencias .
Se ha malogrado el verdadero aglutinante de la unión y de la paz. Ahora comprobamos con desilusión creciente, que no hay Dios que nos ponga de acuerdo en casi nada. La vida actual, en muchos aspectos de lo político, de lo social , de lo económico y hasta de lo religioso , se ha convertido en otra Babel ,donde cada uno va a lo suyo, sin entenderse con los demás .
No es la mayoría quien busca el bien general y la unidad. Tantas cabezas, tantos pareceres. Tantas personas, tantos objetivos .Tantos grupos ,tantos intereses. Tantos partidos, tantas disensiones .Tantas ideologías, tantos desencantos .Tantas autonomías, tantas frustraciones. Tantos nacionalismos , tan poco Estado y lo que es más penoso...¡ tan poca ESPAÑA¡.