Machaconamente, un día sí y otro también, tanto a favor como en contra, en muchos medios influyentes, se habla de las víctimas del terrorismo. El número de estas víctimas suma la cifra aproximada de unas 1200, entre las de la ETA y las del 11 M .
Muy bien parece que la ciudadanía, en general, esté siempre a favor, nunca olvide y hasta rinda homenajes a todas las víctimas del terrorismo.
Ahora bien, hay otras muchas víctimas -unas 100.000, según datos oficiales- a quienes, siendo las más inocentes e indefensas, brutal y criminalmente, se les ha desposeído y privado, contra todo derecho, del primero y más esencial de todos los derechos humanos, que es el derecho a la vida.Tales víctimas claman al cielo y están reclamando justicia ahora y siempre.
Hay en este caso, guste o no guste decirlo o escucharlo, agentes y personas más o menos responsables que ejecutaron tal abominación (privar a otro ser de la vida) más o menos presionadas, engañadas o conscientes del crimen que cometían. Según las leyes permisivas de los hombres, como las vigentes hoy en España, (caso de los tres supuestos del aborto legal) no pagarán por su crimen en la cárcel. Pero estén bien seguros que más pronto o más tarde, en esta o en la otra vida, todos los autores y coautores de tales crímenes pagarán por lo que un mal día cometieron.
Esperemos que llegue pronto el día en que la entera sociedad española- sea del credo, ideología o condición que sea- salga a las calles a gritar hasta enronquecer contra el mayor crimen de nuestro siglo: El crimen del aborto.