Es algo muy sabido y conocido el modo con que la progresía de salón emplea para que la gente acrítica vaya cambiando su manera de pensar, en lo que no coincide con sus ideas progres.
Como la realidad es muy tozuda y no se deja manipular, entonces la solución es fácil. Se cambia el nombre de las cosas y así creen que ha cambiado la realidad.
Un caso llamativo es el de llamar “matrimonio homosexual” a la unión, comandita, apaño, convivencia, sociedad etcétera, de dos personas del mismo sexo.
Con el diccionario de la R.A.E. en la mano y el sentido común en la cabeza, casi todo el mundo sabe que matrimonio es la unión de dos personas de distinto sexo (heterosexuales). Bajo ningún aspecto, por mucho que se trate de maquillar la realidad, será matrimonio la propuesta gay, o tal vez lo será cuando las ranas críen pelos.