La señal más clara de que el cardenal de Madrid ha dado en diana en su homilía del Día de la Familia en la catedral de la Almudena, al referirse a las uniones de hecho que se quieren equiparar al matrimonio, ha sido la visceral y desproporcionada reacción de la Federación Estatal de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, denunciando a monseñor Rouco.
“El pretender equiparar la familia, nacida y entrañada en el matrimonio indisoluble del varón y la mujer, a uniones de todo tipo, incluso, a las incapaces por naturaleza para tener hijos, conduce a la destrucción institucional sistemática de la célula primaria de la sociedad”.Estas fueron las palabras del cardenal, además de mostrar el panorama europeo de sociedades avejentadas, amenazadas por una más que probable quiebra de los sistemas de su seguridad social.
Crudo lo va a tener el colectivo gay, si creen que van a amedrentar al cardenal Rouco y lo que él representa. Su valiente y profética homilía, en total consonancia con el magisterio del Papa y de toda la Iglesia católica, va a suscitar una ola imparable de solidaridad no solo del clero español y de la generalidad de los católicos españoles sino del mundo entero.
Ya va siendo hora que se pare a este colectivo agresivo que con sus métodos mafiosos de amenazas, denuncias etc pretenden lograr un silencio pusilánime de la entera sociedad española.