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Profanación de la confesión

El derecho a la libertad de expresión, la ética profesional y el bien y sentido común imponen a todo medio o periodista, que se precie de tal, una barrera infranqueable que por ningún motivo debe traspasarse.

Una gran conmoción popular y unos muy duros calificativos por parte del Vaticano, le han merecido al diario italiano “L,expresso” por revelar secretos de confesión que algún periodista, con afán de notoriedad, reveló tras una fingida reconciliación sacramental..

No se ha andado por las ramas el diario oficial de la Santa Sede al reprobar y calificar de “ultraje al sentimiento religioso”, de “vergüenza”, de “episodio de gravedad inaudita” y de “saltarse todos los límites de la ética profesional” la profanación de un sacramento.

Hace años también en Italia, un periódico comunista ”L,unitá” usó idéntica artimaña para revelar la tendencia política de los sacerdotes italianos. Como conclusión se sacó que la inmensa mayoría de los sacerdotes enseñan en privado lo que la Iglesia manifiesta en público. Ni que decir tiene que la máxima sanción y pena canónica de excomunión, caen automáticamente sobre el ministro o personas, que incurren en el pecado de revelar lo oído en confesión.(canon 1388).