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Políticos mentirosos

Mucho tiempo lleva el ciudadano corriente percibiendo en la clase política en general y entre los líderes y dirigentes de los diversos partidos, las graves acusaciones que mutuamente se lanzan a la cara de mentir, engañar, tergiversar la realidad, en sus manifestaciones, tanto en las comisiones, como en sus intervenciones parlamentarias. Tal situación resulta insoportable, degradante, inmoral y de nula ejemplaridad para la ciudadanía.

No es justo pedir al pueblo llano que confíe en sus dirigentes, cuando éstos dan tales espectáculos de nula fiabilidad y credibilidad entre ellos. Político que se le coja en un re nuncio público y notorio, debería presentar su dimisión. Lo exige la ética política y una sana democracia.

Muy distinto es cometer errores. Mentir, es decir lo contrario de lo que se siente con intención de engañar. Las palabras del Señor Jesús son contundentes :”La verdad os hará libres”. Donde privan el engaño, la falsedad, la mentira y la tergiversación, no existe verdadera libertad y por ende tampoco hay auténtica democracia.