Son dos acontecimientos cristianos de primera magnitud pero que son distintos en su significado y en el tiempo de su celebración. Es frecuente escuchar, incluso en personas practicantes y en algún medio, el "felicitar las Pascuas" en Navidad; decir o escribir que "la fiesta fundamental de los cristianos es la Navidad"; desconocer y pasar por alto "la fiesta de las fiestas cristianas", que es la Pascua de Resurrección.
Es un lenguaje impropio, cuyo uso se explica por la carencia de formación y práctica asidua y religiosa de muchos bautizados. Convendría, que al menos los cristianos bien instruidos, tuviesen las ideas claras al respecto, ya que para la generalidad de la gente les resulta difícil captar los matices y diferencias de ambas celebraciones.
La Pascua de Resurrección de Cristo, SÍ que es la fiesta por antonomasia y nuclear del cristianismo. No tiene día fijo. Suele ser en Primavera. La liturgia de la Iglesia la celebra con la máxima solemnidad, júbilo y esplendor prolongándola durante 50 días.
No así la Navidad o Natividad de Jesús, cuya fiesta y celebración es en Invierno,24 y 25 de diciembre. La parafernalia con que la rodea la sociedad consumista está desvirtuando su significado. Por razones más bien espurias y comerciales, adelantan cada vez más las semanas previas a estas fechas de Nochebuena, Navidad, Año Nuevo y Epifanía.
No es tarea baladí el clarificar ideas para dar mayor comprensión a lo que celebramos.