-Sea “el gobierno del pueblo, por y para el pueblo”, pero, de hecho sea, sin el pueblo.
-Se necesita de adjetivos (directa, popular, cristiana) para reconocerla como tal.
-No haya clara, notoria e independiente división de los tres poderes.
-El Gobierno trate de someter o intervenir al poder judicial y al legislativo.
-Los medios de comunicación no estén al servicio del bien común, justicia y libertad.
-Abunden los políticos arribistas y no haya hombres con miras de Estado.
-El Gobierno de turno considere a la nación como una finca particular
-Los intereses partidistas priven sobre la Constitución y el bien general.
-El Gobierno trate de hacer tabla rasa e ignorar los logros del anterior.
-Los miembros de los partidos se traten como enemigos y no como adversarios.
-Se aferren a su escaño los políticos corruptos o cogidos en flagrante mentira.
-Lo no logrado en votación justa se pretenda lograr en la calle con medios espurios.
-El Gobierno de la nación se vuelva sordo, ciego e insensible ante el clamor popular.
-La justicia sea atendiendo las circunstancias del momento y no según las leyes.
- Los gobernantes cogidos en renuncio, mentirosos corruptos, no presenten su dimisión.
-Se trate de anular, aislar y criminalizar a la Oposición mayoritaria
-Se justifique la infamia, la calumnia o difamación, apelando a la libertad de expresión
-El Gobierno trate de dialogar con una banda terrorista.