Meditación del Jueves Santo
Tema: Cualidades del Cristiano Hombre de Dios
Fruto - Petición:
Jesucristo, haz que desee profundamente transformarme en ti; que sea un
reflejo tuyo, que te irradie a ti en mis palabras, comportamiento y actitudes. ¡Que sea
Hombre de Dios!
Puntos a Meditar:
1. Nuestro trabajo es fundamentalmente espiritual.
La gente quiere que nosotros les demos a Dios, así como quiere que el
médico le cure o el profesor le enseñe. El cristiano necesita estar empapado, lleno de
Dios: "nadie da lo que no tiene". Jesucristo ha de ser el amigo inseparable de
nuestra vida y de nuestro trabajo; aquel que nos convence y nos llena plenamente. El ha de
ser todo para nosotros.
2. El cristiano ha de ser "Hombre de Dios, angelical,
instruido, prudente,... que su semblante respire pureza , su mirada apacible, profunda,
reposada, sus labios sello de discreción y gravedad, que en su frente se revele todo un
tesoro de sinceridad, que sea un reflejo de la verdad eterna que ilumine los caminos de
las almas.
Que toda su persona esté esmaltada de dignidad y de nobleza unida a una
encantadora sencillez. Que sepa tender la mano con santa y franca amistad a todas las
almas, que los invite a acercarse a Cristo sin temores y les descubra jovialmente el
anhelo que le abraza de compartir sus afanes y amarguras, que se sea otro Cristo".
3. Oración, sacrificio y humanidad.
" Conviene que Él crezca y que yo disminuya" (Jn 3, 30). El
contacto personal e íntimo con Cristo es el medio por excelencia para transformarnos en
otro Cristo. La humanidad y el sacrificio son también condiciones indispensables para
llenarnos de Dios.