Pasar al contenido principal

Luz y tinieblas

OBVIEDAD.

Mientras vivimos en el mundo todos caminamos entre  luces y  sombras. La luz proviene del sol. Sin él todo es oscuridad y tinieblas. En el aspecto espiritual, Jesucristo es el verdadero sol de justicia. De él, por ser Dios, proviene toda luz, amor, vida y salvación. En la medida que Jesús  se hace presente en el mundo,  las tinieblas del error, del mal, del pecado y de la muerte desaparecen y al contrario.

Esta realidad es aplicable a las personas, a la sociedad, a las naciones y al mundo entero.

LA  LUZ  DE  CRISTO EN LA BIBLIA.

* En los textos sagrados del A.T. se nos revela por medio de los profetas la identidad y la misión de Jesús, el Mesías, el Salvador.”EL pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz. Los que habitan en tinieblas de muerte han visto brillar la luz” (Is.9, 2). “Te voy a poner como luz para los gentiles, a fin de que mi salvación llegue hasta el último confín de la tierra”(Is.49,6). ”El Señor es mi luz y mi salvación.¿A quién temeré. El Señor es la defensa de mi vida.¿Quién me hará temblar?”(Salmo 27, 1).”Tu palabra es lámpara para mis pasos y luz para mi sendero”(Salmo 119,105)

* Más abundantes y explícitos son los textos del N.T. referidos a Cristo en su misión e identidad.”Yo soy la luz del mundo. Quien me sigue no anda en tinieblas, sino que tiene la luz de la vida”.Al comunicar los ángeles la buena noticia del nacimiento de Jesús dice el evangelio: “La gloria de Dios les envolvió con su luz”(Lc 2,9). El anciano Simeón coge en sus brazos al niño que sus padres presentan en el templo y exclama:” Es la luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel”(Lc 2,32). “En él (el Verbo)estaba la vida y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilló en las tinieblas y las tinieblas no la recibieron”(Jo 1.4-5).”La luz vino al mundo y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Ahí está la condenación. El que obra  mal  odia la luz y no viene a la luz, para que su maldad no sea descubierta y condenada. Pero el que camina en la verdad, busca la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios”(Jo 3,21-23).

LOS CRISTIANOS  DEBEMOS  SER LUZ  EN  EL MUNDO.

Clara  es la enseñanza de Jesús al respecto. Dirigiéndose a sus seguidores les enseña:”Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad puesta sobre un monte. Tampoco se enciende una lámpara para  ponerla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo”.(Mt 5.13-16).

Continuando la misma enseñanza de Jesús, los apóstoles son también explícitos con  los cristianos:”Hubo un tiempo en que estabais en las tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor. Caminad como hijos de la luz, ya que el fruto de la luz se halla en todo lo que es bueno, justo y verdadero.”(Ef.5,8-9).”No tendréis fallos ni reproche y seréis hijos de Dios en medio de una raza descarriada y pervertida. Debéis brillar entre ellos como las estrellas que alumbran el firmamento”(Flp 2,15).”Dios os llamó de las tinieblas a una luz admirable” (1Pe 2,9).

LENGUAJE   DE  LA IGLESIA.

Muy abundante y expresivo es el lenguaje, calcado sobre la Biblia, que usa la Iglesia en su  liturgia  a propósito de la luz.

En el Credo niceno proclama acerca de Jesucristo, que es “luz de luz Dios verdadero de Dios verdadero”. Al impetrar la purificación del alma de los difuntos en el canon de la misa reza : “Admítelos, Señor a contemplar la luz de tu rostro” y en el recuerdo póstumo por sus fieles les desea a todos “Brille Señor, sobre ellos la luz eterna “.

CARENCIA DE LUZ  EN  NUESTRO MUNDO.

El mundo  de hoy, como el de ayer y el de siempre, en líneas generales, ha rechazado la luz de Dios, a Jesucristo, su enseñanza, su ejemplo, su muerte y resurrección , su salvación. Vive de espaldas a Dios  y camina en las tinieblas del error , de la increencia, de la corrupción, del pecado, de la muerte eterna y de la condenación.

No caben aquí palabras edulcoradas. Sin Dios, este mundo está abocado a su perdición eterna y  está en poder del Maligno. No hay salvación fuera de Jesucristo y al rechazar libre y conscientemente a Jesús, que es  Luz, Camino, Verdad y Vida, permanece al borde de su propia autodestrucción.

Al faltar la luz de la fe, el mundo se materializa, se corrompe y se hace sentina de todos los pecados. Si  no hay conversión, no hay salvación posible. Las fuerzas del mal se hacen presentes en el mundo y lo esclavizan totalmente. Esto es ni más ni menos lo que se denomina INFIERNO. Vivir libre y conscientemente SIN DIOS, rechazando al único Dios vivo y verdadero, a su Hijo único Jesucristo, a su Santo Espíritu y a  la Iglesia obra y esposa de Cristo.

EL INFIERNO.

El rechazo de Dios, de su Palabra , de su salvación ,de la única  Iglesia fundada por Cristo sobre Pedro, sume a los hombres en la oscuridad, en las tinieblas del error, del ateismo, de la corrupción.

El Dios Padre es suplantado por el dios mamona, por el dios poder, por el dios del sexo sin compromiso, por el dios de la técnica, de la ciencia, del progreso, por el dios creado por manos humanas. La ley de Dios se borra del corazón y de la mente de los humanos y se suplanta por las leyes humanas del laicismo, del ateismo, promovidos por la masonería y fuerzas demoníacas.

Esta situación  conduce paulatina e inexorablemente a la idolatría, al ateismo y a las mismas puertas del infierno. ¡No, nadie piense que es un cuento o invención de los curas, para asustar a niños o personas incultas¡.Nada más cierto y verdadero.

LA EXISTENCIA DEL INFIERNO ES UNA VERDAD DE FE

Esta verdad ha sido revelada por Dios en la Biblia, enseñada a lo largo de los siglos por la Iglesia católica, confesada por la tradición de los Padres apostólicos, creída por los fieles cristianos desde siempre, mostrada por la Sma Virgen de Fátima a los tres pastorcitos y confirmada por multitud de visiones, revelaciones y apariciones a santos y santas del calendario como Sta Teresa de Avila, S.Juan  Bosco, P. Pío de Pieltracina, y explicada por doctores, teólogos de todos los tiempos.

Son totalmente FALSAS Y ENGAÑOSAS estas o parecidas afirmaciones, que algunos propagan, ante el silencio cómplice de algún que otro pastor de la Iglesia, con la anuencia de algún seudo teólogo o de algún progre de salón:

*Todo el mundo se salva.* El infierno no existe  * Si existe, está vacío, pues Dios es muy bueno * El infierno NO ES ETERNO. * El papa Juan Pablo II dijo que no existe el infierno.

Ahora bien, lo que es CIERTO es que jamás la Iglesia católica ni ningún papa o teólogo ha enseñado que ninguna persona concreta- ni el mismo Judas- esté condenado.

Termino con los versos del célebre soneto a Jesús crucificado. El autor o autora, desconocido,  refiriéndose al Crucificado escribió: Aunque no hubiese cielo yo te amara/ y aunque no hubiese infierno te temiera/. No me tienes que dar porque te quiera/, pues aunque lo que espero no esperara/, lo mismo que te quiero te quisiera.

Hagámoslos nuestros y estaremos en camino de justificación. No estaremos nunca nerviosos oigamos lo que oigamos sobre el infierno, tema no grato para ninguna audiencia.