Está cercana la fecha del referendum sobre la constitución europea. Los políticos, los tertulianos, los diversos medios, se aprestarán para implicar al ciudadano en el tema que a todos afecta. Tal evento va a coger a la mayoría del pueblo español en la más completa ignorancia.
Muy pocos serán capaces de leer, valorar y tomar postura personal, crítica y ponderada por sí mismos. Decidirán con su voto, influidos por las corrientes de opinión, por los partidos, por los medios de comunicación o por su personal intuición o inclinación.
Muy diversos y opuestos van a ser los motivos, intereses y deseos que entrarán en juego. Millones de católicos españoles esperamos una palabra valiente, profética y clarificadora de nuestros pastores en esta trascendente ocasión.
Una orientación basada no tanto en intereses económicos, políticos, partidistas etc, como fundamentada en criterios de fe cristiana, valores transcendentes y de bien común.
Buena ocasión la que se presenta a los líderes espirituales de nuestra nación para que cumplan con este deber para con sus fieles en medio del confusionismo de voces y tendencias e intereses que surgirán irremediablemente. Esperamos de nuestros obispos españoles sepan estar a la altura de las circunstancias.