Es de esperar a estas alturas de desinhibición y despelote integral y global alcanzados, que pocos espectadores, como antes los estudiosos de la Historia de la Iglesia, no se escandalicen ,rasguen sus vestiduras o pierdan su
fe,al ver reflejadas en la pantalla, con mayor o mejor verosimilitud histórica, las andanzas sexuales del célebre Papa Borgia.
Sabido es que el papa valenciano, como parte de su familia, "no supo estar ala altura de las circunstancias" y arrastró su dignidad por los suelos, paragozo y refocilación de los enemigos de la Iglesia católica.
Si la corrupción interna que hubo dentro de la Institución eclesial a lo largo de los siglos, no ha sido capaz de acabar con ella, es la señal más clara y fehaciente de la ayuda del cielo.
Las palabras de Cristo se han cumplido al pie de la letra en este caso como en tantos otros:"Tu eres Pedro. Sobre tí edificaré mi Iglesia y las fuerzas del infierno no la derrotarán". Cielo y tierra pasarán, mas mis
palabras no pasarán.