El amor y la unión van creciendo en diversas formas y a largo plazo. Lo que en realidad hace que una relación sea sólida y valiosa es el tiempo que dos personas pasan juntas conversando, interesándose en lo mismo, llegando a conocer lo que a cada una le gusta y lo que no le gusta, así como sus esperanzas, temores y sueños. Hazte estas preguntas respecto a tu compañera o compañero:
• ¿Dice la verdad?
• ¿Me trata con respeto?
• ¿Me quiere por quien soy, o sólo le interesa mi aspecto físico?
• ¿Se comporta de manera responsable?
• ¿Es puntual y considerado?
• ¿Se ofrece a ayudarme aún cuando no recibirá ninguna recompensa?
• ¿Tiene buen carácter?
• ¿Está de buen humor aunque sea serio?
• ¿Se porta bien con sus padres y hermanos, o con las personas con seguridad que es la persona que dice ser, porque muchas veces las personas fingen ser lo que no son.
Las relaciones sexuales vienen después de que la pareja se conoce bien, y tengan la madurez y los medios económicos para formar una familia, y luego de que hayan sellado su amor con un compromiso de por vida.
Las personas que tienen relaciones sexuales antes del matrimonio dan muchas razones, pero no tienen razón. Alguno dirá:
—“Si no lo hago... él o ella me va a dejar”.
—Quizás, pero entonces te darás cuenta del tipo de persona que es. No te preocupes si te dejan; más bien preocúpate de que no te contagie una enfermedad o te deje embarazada. Si te ama te va a amar sobre sí mismo y te va a respetar. No vale la pena cambiar un momento de placer por una vida entera de sufrimiento. Si una persona te quiere de verdad, no te va a exponer al riesgo.¡Tú mereces que te esperen!
Nunca es tarde para volver a empezar. A la persona con la que sales dile desde el principio que conviene poner límites y que no deseas tener relaciones íntimas hasta el matrimonio. Así empezarás a respetarte más a ti mismo y la otra persona también aprenderá a respetarse y a respetarte. ¡Qué bien nos va cuando tomamos decisiones sanas, valientes e inteligentes! La abstinencia no acorta la sexualidad, ¡la conserva!
Abstenerse no significa renunciar a ejercer la sexualidad para siempre, sino saber esperar el mejor momento. Posponer la actividad sexual hasta el matrimonio te puede ayudar a librarte de riesgos y ansiedades, así como a encontrar el amor verdadero y la amistad. La abstinencia es un acto de amor. Es una demostración de consideración hacia la otra persona, ya que protege todo su ser: cuerpo, mente, emociones y espíritu.
Estás en la primavera de la vida. La abstinencia te ofrece muchas opciones pues te invita a tener muchos amigos sin llegar a la intimidad física con ninguno pues aún no estás maduro(a). Termina tus estudios, haz deporte, cultívate, lee libros clásicos, realiza el sueño de ganarte una beca, estudia con empeño, trabaja, logra tus sueños. Cuando hay voluntad siempre hay una manera de lograr lo que deseamos.
Puesto que tú y tus hijos merecen el mejor futuro posible, es preferible esperar. Recuerda: es tu decisión. Es tu vida.