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La oración y la electrónica

Es comparable la oración con uno de tantos artilugios electrónicos (radio- televisión- móvil –ordenador) de los que hacemos uso cada día, con la mayor naturalidad, millones de personas en el mundo entero. No existen barreras de ningún tipo para ellos, gracias a la electrónica.

En cualquier sitio, en cualquier momento del día o de la noche y en cualquier circunstancia podemos, en unos instantes, ponernos en comunicación directa con cualquier receptor que sintonice con nosotros, aunque esté a miles de kilómetros.

Lo mismo pasa con la oración. Desde lo más profundo de nuestro ser, incluso sin palabras, en cualquier momento y circunstancia de nuestra vida, podemos sintonizar, sin exigencias previas, con Dios nuestro Padre, el receptor y destinatario omnipotente y misericordioso, que puede y quiere atendernos en todo lo que nosotros precisemos.

Una vez realizada la conexión, a nadie, absolutamente a nadie, debe resultar gravoso y difícil la mutua comunicación .Es la oración, en genial frase teresiana, “una conversación amigable y amorosa con Aquel, que sabemos que nos ama”.¿Por qué no recurrimos a la oración, amigos, al menos con la misma frecuencia que usamos los medios electrónicos?.

Nunca olvidemos que la oración es el poder del hombre y la debilidad de Dios.