Pasar al contenido principal

El Evangelio en mi Familia- LA FAMILIA ES COMUNIDAD DE PERSONAS

S.S. Juan Pablo II, en las notas autobiográficas que con motivo del 50 Aniversario de su Ordenación Sacerdotal, escribió, con el título de "DON y MISTERIO", relata cómo en sus tiempos de "!obrero-estudiamte", durante la ocupación de Polonia por los alemanes, recibió muchas muestras de bondad de las familias de sus compañeros, particularmente de la familia Kydrynski. Dice el Papa: " La familia Kydrinski me colmó de cuidados y de afecto cuando el 18 de febrero perdí a mi padre. Recuerdo perfectamente aquel día: al volver del trabajo encontré a mi padre muerto. En aquel momento la amistad de los Kydrinski fue para mi de gran apoyo. La amistad se extendió después a otras familias..."

El santo padre había perdido a su madre cuando tenía nueve años.

El Papa encontró en esas familias un oasis, un sitio de acogida y reposo; un lugar a que pudo ir como dice Jesús en el Evangelio: " a descansar un poco". Si estas familias pudieron acoger a aquel "jóven-obrero-estudiante" y brindarle amistad, fue porque seguramente entre ellos había amor, comunicación, intercambio y compartían entre si sus cosas, su tiempo y sobretodo sus personas.

Conviene preguntarnos: ¡Son nuestras familias un lugar acogedor para todos sus miembros? ¡Nos damos tiempo para hablarnos, para escucharnos, para consolarnos y apoyarnos? O ¡estamos demasiado ocupados, sobre todo los papás, y entonces nos sentimos solos, despreciados, no acogidos ni estimados? El Evangelio lo dice de un modo muy especial: "...andaban como ovejas sin pastor."

Hoy Jesús nos invita a dejar un poco nuestras ocupaciones y a darnos tiempo para estar con nuestra familia, a estar atentos a las necesidades de cada uno, a interesarnos por sus cosas, a conocer sus inquietudes, sus deseos, sus ilusiones y sobre todo a decirnos cuánto nos queremos y qué importantes somos los unos para los otros.