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Decálogo de Benedicto XVI

Me ha gustado leer el Decálogo papal. Da la impresión que va a ser como su programa de gobierno al frente de la Iglesia católica. Resalta en él, entre otras cosas, la humildad y respeto con que se dirige a todos, en especial a sus hermanos en el episcopado y a todos los demás creyentes no católicos.

Siempre con la vista puesta en el Vaticano II y en el deseo sincero de seguir trabajando por el ecumenismo entre todos los cristianos. Llama la atención, dentro de esta postura de humildad, la llamada reiterada del Papa al diálogo con todos, especialmente con los mahometanos y con los jóvenes.

Es de elogiar esta actitud de comprensión, de diálogo y hasta de escucha a todos, pero no se debe olvidar que el Papa, como sucesor de Pedro, habrá de continuar la tarea encomendada por Jesús a Simón Pedro:"TÚ CONFIRMA EN LA FE A TUS HERMANOS".

Esperamos claridad, contundencia y reafirmación en la FE DE LA IGLESIA DE SIEMPRE, máxime en estos tiempos de relativismo que ÉL MISMO DENUNCIÓ. Será coherente el Papa Benedicto con Ratzinger.