“El cuarenta o cincuenta por cien de los jóvenes españoles no saben distinguir lo que es bueno de lo que es malo”.He aquí el resultado de una recién encuesta sobre los comportamientos éticos de nuestra juventud, que bien podría ampliarse a la entera sociedad.
No estará de más el recordar algunos principios de los que depende la bondad o maldad intrínseca de los actos humanos.
1-En la evaluación del obrar humano, hay que distinguir dos aspectos, que suelen ir unidos: Lo legal (conformidad con la Ley humana, de la que se deriva su licitud o ilicitud) y lo moral (conformidad con la Ley de Dios y de la que deriva su bondad o maldad ).
2- No todo acto legal, es bueno en sí mismo (caso del aborto); así como un acto bueno (casarse) puede ser ilegal (bigamia).
3-El fin no justifica los medios (ayudar a un necesitado, robando o mintiendo).
4-La moralidad o inmoralidad de los actos humanos, no depende del consenso de mayorías o minorías, ni por lo que a cada uno le parezca.
6-Un acto humano será bueno o malo si se adecua o no, objetivamente a la Ley de Dios.
7-Todo acto libre y voluntario conlleva una responsabilidad, bien sea ante la ley humana o divina. La norma última y responsabilidad del obrar humano está en la propia conciencia, rectamente formada.
8-Nunca se debe actuar con mala conciencia ni tampoco obrar contra la propia conciencia.
Una de las tareas que incumbe principalmente a los padres, educadores, sacerdotes, periodistas y
medios de comunicación, es la de educar y formar rectamente la conciencia moral de nuestros niños, adolescentes y jóvenes. De ello depende el futuro feliz o desgraciado de nuestra España.