Entre las diversas y graves enfermedades que están presentes y hacen estragos en el alma de los católicos españoles, alcanzando una gran virulencia, especialmente, entre los jóvenes, ninguna más perniciosa, que la que me atrevo a calificar como subjetivismo religioso.
Cualquiera que haya estado en contacto con jóvenes, habrá podido constatar hasta qué punto está extendida esta enfermedad viral, comparable a un tumor maligno, en el aspecto somático.
“Es bueno, es verdad, lo que a cada uno le parece.”¡Puro relativismo religioso¡. No se admiten verdades objetivas ,ni normas morales de comportamiento.
CADA UNO VA A SU AIRE. AQUÍ VALE TODO Y CADA CUAL SE HACE UNA RELIGIÓN A SU MEDIDA.
El rechazo de la Ley divina (Decálogo) o eclesial (mandamientos ); el creer, dudar, interpretar o negar verdades de fe ( dogmas ), están a la orden del día. Las consecuencias para la vida espiritual y cristiana de millones de católicos son mortales de necesidad. La infección es de tal naturaleza, que de no atajarse pronta y eficazmente-¡grave responsabilidad de los pastores¡-en pocos años habrá acabado con el catolicismo español, necrosado..