Tercer
Domingo de Adviento
Inicio
Guía: En el Nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
Guía: Ven Espíritu Santo,
Todos: llena los corazones de
tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Guía: Envía tu Espíritu
creador.
Todos: Y renovaras la faz de la
tierra.
Guía: Oh Dios, que has
iluminado los corazones de tus hijo con la luz del
Espíritu Santo, haznos dóciles a sus inspiraciones para
gustar siempre del bien y gozar de sus consuelo. Por
Cristo Nuestro Señor.
Todos Amén.
Bienvenida
Guía: Una vez más nos
reunimos, atendiendo al anuncio de la llegada de Dios
nuestro Señor. Se acerca la gran fiesta de Navidad, la
fiesta del Nacimiento de nuestro Señor Jesucristo en
Belén y en cada uno de nuestros corazones. Preparémonos
a recibir a nuestro salvador reuniéndonos en torno a
esta corona.
(Se enciende la tercera vela)
Palabra de Dios
Guía: Escuchemos la palabra de
Dios:
Lector: Lectura del Santo
Evangelio según San Lucas:
Lc 3, 10-18
Y la gente le preguntaba: ¿Pues
qué debemos hacer? Y respondiendo, les dijo: El que
tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene
que comer, haga lo mismo. Y vinieron también publicanos
para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué
haremos? Y él les dijo: No exijáis más de lo que os
está ordenado. Y le preguntaron también los soldados,
diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dice: No
hagáis extorsión á nadie, ni calumniéis; y contentaos
con vuestras pagas.
Y estando el pueblo esperando, y
pensando todos de Juan en sus corazones, si él fuese el
Cristo, respondió Juan, diciendo á todos: Yo, os
bautizo en agua; mas viene quien es más poderoso que yo,
de quien no soy digno de desatar la correa de sus
zapatos: Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. En
su mano tiene el bieldo para limpiar su era, y juntará
el trigo en el granero, pero la paja la quemará en fuego
que nunca se apagará. Y amonestando, otras muchas cosas
también anunciaba al pueblo.
Reflexión
Guía: Él ha venido como el
médico que cura las más profundas enfermedades del
hombre. Por esto, la peor de nuestras enfermedades, el
pecado, en esta visión de la gran misericordia del
Señor, es simplemente un obstáculo porque el Salvador
divino ha venido a socorrernos.
Diálogo
(Después de unos momentos de
silencio el guía debe motivar que los participantes
hagan comentarios sobre el texto bíblico. Para terminar
este diálogo se invita a los presentes a hacer un
compromiso.)
Compromiso
Guía: Pongámonos en presencia
de Dios y meditemos:
Señor, ayúdanos a permanecer
en vela guardando la venida de tu Hijo, con la lámpara
de la fe encendida y con una gran dosis de humildad.
¿Tiene aceite mi lámpara? ¿Por cuánto tiempo?
(Se dejan unos momentos de
reflexión)
Despedida
Guía: Señor, gracias por
reunirnos una vez más en torno a esta corona. Ayúdanos
a vivir intensamente este Adviento y prepararnos para
recibirte. Por Cristo Nuestro Señor.
Todos Amén.
Guía: En el nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
(A continuación se puede
continuar la reunión con villancicos y juegos)
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